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Cómo viajar en avión en vacaciones y disfrutar de la experiencia

Viajar en avión, una experiencia que no hace demasiado era placentera y agradable, es cada vez más estresante. Las aerolíneas las deciden reducir el espacio entre los asientos. Las medidas de seguridad ponen trabas para que el viaje sea tranquilo y sin sobresaltos. Las colas interminables en los controles de acceso a las zonas de embarque. El reducido espacio entre asientos durante el viaje… Todo esto puede poner de los nervios a más de uno. Pero bastan unos pocos trucos para que viajar en avión vuelva a ser toda una experiencia.

Da igual si la situación estresante se da antes de montar en avión o durante el vuelo. Bastan unos cuantos trucos para evitar situaciones en las que te puedas poner nervioso. Los trucos a tener en cuenta empiezan antes de salir de casa, con la preparación del equipaje. A no ser que el viaje vaya a ser largo o se viaje con niños, es conveniente desplazarse con el equipaje justo y necesario para evitar facturar.

Generalmente, se puede llevar una maleta de tipo cabina. Las dimensiones varían según la aerolínea, pero se pueden consultar en su página web. Además, muchas también dejan llevar un pequeño bolso en el que llevar la cartera con la documentación, las llaves, el móvil, etc. Así, con una única maleta, evitarás una cola. Y si, además, no tienes que facturar y puedes sacar la tarjeta de embarque a través de Internet e imprimirla en casa, podrás pasar directamente a la zona del control de seguridad. No tendrás que acercarte a ningún mostrador para hacer algún trámite.

Viajar en avión: trucos para evitar nervios

Aunque parezca un fastidio, es conveniente llegar al aeropuerto un mínimo de dos horas y media o tres antes de la salida del vuelo. Sobre todo en verano, época en la que los aeropuertos suelen estar a tope. De esta manera evitarás cualquier imprevisto en las colas que te haga perder el vuelo. Para pasar sin problemas los controles, comprueba que llevas los líquidos guardados en los recipientes adecuados, y en un neceser transparente. Ten siempre a mano el DNI o pasaporte y la tarjeta de embarque para cuando te lo soliciten. Procura viajar con zapato plano.

Ya en la cola, observa qué colas van más rápidas. Procura colocarte detrás de personas que parezca que viajan por negocios. Estarán habituados a volar y harán todo lo necesario para pasar el control (quitarse el cinturón, sacar los dispositivos electrónicos y colocarlos en bandejas independientes, etc) con más rapidez. Tras pasarlo, recoge tus pertenencias. Retírate con ellas a una mesa alejada de la zona de la que salen las bandejas con equipaje. Tendrás más tiempo y menos agobios para empaquetar todo de nuevo.

Después de localizar la puerta de embarque, si sobra tiempo, pasea tranquilamente por la terminal o toma un refresco. Cuando llegue la hora de embarcar, no tengas prisa por ponerte en la cola. Tienes un asiento asignado, así que no tiene sentido pasar una hora de pie esperando a embarcar. Mejor estar sentada relajadamente.

Ya en el avión, si el espacio que queda entre asientos es muy reducido, conviene hacer ejercicios y estiramientos cada cierto tiempo para evitar calambres y rigideces. Por ejemplo, girar los pies. También puedes intentar flexionar las rodillas o estirar los brazos. Cuando el avión haya alcanzado la altura adecuada, puedes dar un pequeño paseo por el pasillo. Y no te olvides que es fundamental llevar en el viaje algo de entretenimiento. Puedes llevar contigo libros, revistas, música o tablets con películas y series). Así podrás disfrutar de ellos sin prisas ni molestias. El teléfono móvil no va a sonar. Un viaje en avión hacia la playa o una ciudad exótica puede ser perfecto para disfrutar de una novela sin interrupciones.

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