Los problemas intestinales en los niños, son comunes desde muy temprana edad. En la mayoría de los casos, es la parte esencial del tratamiento, garantizando la solución de los problemas inmediatos, pero también asegurando la salud intestinal futura del niño.
Uno de los problemas intestinales en los niños, de mayor ocurrencia, es in duda la gastroenteritis. Pocas veces podemos identificarla, y tendemos a confundirla con un malestar ocasional, debido al consumo excesivo de caramelos. No es así. Se trata de una patología que requiere toda nuestra atención. Veamos algunas características de esta anomalía.
Problemas intestinales en los niños. ¿Qué es la gastroenteritis?
Se trata de una inflamación del tracto digestivo. Por lo general tiene un origen bacteriano o viral, ocasionado por el consumo de alimentos en mal estado, beber agua contaminada o consumir alimentos con las manos sucias, siendo esta última la causa más frecuente.
El problema de la gastroenteritis, es que presenta una sintomatología similar a la de otras afecciones del aparato digestivo. Los síntomas usuales son: Diarrea, vómito, dolor abdominal, deshidratación, pérdida del apetito, dolores musculares, fiebre, sudoración excesiva, escalofríos.
¿Cómo atender los problemas intestinales en los niños?
Dado que la mayoría de problemas intestinales en los niños, presentan la misma sintomatología, lo más importante es tratar la deshidratación de manera inmediata. Reponer los líquidos perdidos a causa del vómito y de la diarrea, se hace urgente. Para ello debemos suministrar suero pediátrico, que está a la venta en las farmacias, sin prescripción médica. Si existe alguna dificultad para obtenerlo, se puede hacer en casa con un litro de agua, al que se le agregue una cucharadita de sal y una de azúcar, una de bicarbonato y el jugo de tres limones.
Generalmente, la gastroenteritis se trata con antibióticos. Estos deben ser prescritos por un médico especialista. La atención médica es necesaria y urgente. Reiteramos que, muchas patologías intestinales presentan sintomatología similar, incluyendo algunos tipos de cáncer. Por ello, no debemos auto medicar, salvo la solución urgente del suero pediátrico.
Una vez se ha determinado que la enfermedad es una gastroenteritis, y esta ha sido detenida con el uso de antibióticos, se debe seguir una dieta compuesta por alimentos ligeros como el arroz blanco, pescado cocido, manzanas, zanahorias, plátanos y jamón. Evitemos los lácteos, los dulces y las leguminosas por un par de semanas.
Nuestra recomendación más importante la puedes tomar pinchando aquí.