Se acaba de publicar un libro en los Estado Unidos, en el que se resumen las experiencias de cinco grupos humanos, ubicados en cinco diferentes lugares del planeta, que comparten tres características comunes: La primera es que alcanzan niveles de longevidad de hasta 15 años por encima del promedio de vida actual en el planeta. La segunda es que no padecen enfermedades y la tercera es que comparten hábitos de vida saludable, comunes.
Estos cinco grupos humanos, que son objeto de la investigación publicada en el libro al que hacemos referencia, se encuentran en los siguientes lugares: La Barbagia (Italia), Okinawa (Japón), una comunidad de Adventistas del Séptimo día en California, la península de Nicoya (Costa Rica) y la Isla Griega de Ikaria.
Presentaremos hoy para ustedes, algunos de los muchos hábitos de vida saludable que comparten estos grupos humanos, que como vemos pertenecen a culturas muy diferentes e igualmente tienen creencias religiosas diferentes.
Con el fin de tratar de dar a conocer la mayor parte de los hábitos de vida saludable de estos cinco grupos de personas, solamente los enumeraremos, sin hacer comentarios adicionales, esto por razón de espacio. Si este tema es del interés de nuestros lectores, en futuras entradas trataremos en detalle algunos de estos hábitos de vida saludable.
Hábitos de vida saludable que hacen gente feliz y longeva.
- Beber mucha agua, incluso sin sed.
- Visitar al odontólogo con regularidad.
- Comer muchas nueces y frutos secos en general.
- Consumir mucho ajo.
- Consumir alimentos orgánicos y ecológicos.
- Comer más frutas y verduras que otros tipos de alimentos.
- Comer muchas veces al día (7 a 10) en porciones pequeñas.
- Pasar mucho tiempo con la familia al aire libre, en contacto con la naturaleza.
- Hacer ejercicios de levantamiento de peso.
- Celebrar a diario algo.
- Abandonar el café y cambiarlo por el té verde.
- Consumir menos carnes rojas y más carnes blancas como la del pescado.
- Practicar ejercicios aeróbicos.
- Compartir el tiempo libre con personas que tengan aficiones similares.
- Sonreír y reír todos los días muchas veces al día.
- Fijarse metas, propósitos, objetivos.
- Practicar el Yoga.
- En lo posible, prescindir de los aparatos electrónicos.
- Dormir un mínimo de ocho horas diarias.
- Siempre, tener pensamientos positivos.
- Mantener un peso bajo acorde con la estatura.
- Consumir mucha Soja.
- Siempre estudiar algo. Aprender todos los días algo nuevo.
- Por lo menos, una vez al mes, tener un día a solas.
- No fumar.
- Escuchar música. La que más le agrade pero siempre escuchar música.
- Comer mucho Yogur.
- Consumir Ácidos Grasos Omega-3
- Beber licores con moderación.
- Jugar con niños.
- Construir su propio huerto.
- Disfrutar del sol.
- La naranja es un alimento prodigioso.
- Estirar el cuerpo hasta donde sea posible.
- Hacer una siesta después del almuerzo.
- Abandonar la sal.
- Tener buen sexo y con amor.
Reprográmate para ser feliz, adiós a los sentimientos de culpa
Un hábito adicional. No forma parte de la lista extractada del libro pero es igualmente útil. Si quieres conocerlo pincha aquí.
Cada individuo es un ser único, dentro de cada célula existe suficiente información genética con una especie de memoria latente, parte de la historia de la generación que nos precede, esto es una programación, en la cual están escondidas las piezas claves de nuestra personalidad, disposición a ciertas enfermedades, dones, talentos, y hasta la capacidad para sentir culpa. Si has sido criado en una familia en la cual la culpa ha sido un factor latente para formar tu carácter, aquí te planteamos cómo poder identificar este patrón y dejar de ser esclavos de la culpa, reprográmate para ser feliz y aleja los sentimientos de culpa.
La causa de los sentimientos de culpa
No está mal que nuestros padres nos hayan enseñado a sentir culpa, como seres sociales al equivocarnos debemos reconocer nuestro error, mostrar disposición a cambiar es lo más sano. Sin embargo, cuando nuestras decisiones de vida se ven sumergidas por la culpa, se altera la armonía de nuestras emociones. La necesidad crónica de cumplir con los parámetros establecidos por otras personas, por encajar, lejos de hacernos inmensamente felices, nos hace un gran daño emocional, y nuestro cuerpo empieza a reaccionar mandando señales de inconformidad a lo autoimpuesto, somos parte de una programación que fomenta los sentimientos de culpa.
Consejos para reconocer el exceso de sentimientos de culpa:
- Si la programación viene de familia, preguntemos a nuestros padres, si fueron muy duramente castigados desde niños, puede ser un patrón que se ha venido repitiendo generación tras generación.
- Autoevaluemos nuestra conducta, examinando con detalle qué decisiones hemos tomado y cuán diferentes hubiesen sido, si no hubiese existido el exceso de culpa.
- Reconozcamos que somos el resultado de nuestras creencias, y que podemos cambiarlas de forma positiva, reprogramarnos con nuevos hábitos, ya que cada día es una nueva oportunidad para ser feliz
Mantén la serenidad en tu vida con Calm-Tu, equilibra los sentimientos de culpa y nutre tu cuerpo con el complemento alimenticio que te tranquiliza.