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Cómo tratar un desajuste hormonal de forma natural durante la menopausia

La menopausia marca una nueva etapa en la vida de la mujer, pero también puede venir acompañada de síntomas intensos y desconcertantes derivados de un desequilibrio hormonal. Cambios de humor, sofocos, insomnio, fatiga o pérdida del deseo sexual son señales frecuentes de este desajuste. Cada vez más mujeres buscan cómo tratar un desajuste hormonal de manera natural, respetuosa y basada en evidencia científica. En este artículo descubrirás por qué se producen estos desequilibrios, qué hormonas están implicadas y, especialmente, cómo reequilibrarlas a través de hábitos saludables, alimentos funcionales, plantas medicinales y complementos alimenticios como OlioVita de Vitae, un aliado de primer nivel para la salud y el bienestar femeninos.

Si deseas recuperar tu energía, equilibrio emocional y calidad de vida durante la menopausia, esta guía práctica y científica es para ti.

¿Qué es un desajuste hormonal y por qué ocurre durante la menopausia?

Durante la menopausia —o climaterio—, los ovarios dejan de producir las mismas cantidades de hormonas femeninas que antes. Como resultado, aparece un desequilibrio hormonal que se refleja en cambios en el metabolismo, en el estado de ánimo, en el descanso y en la salud ósea, entre otros. Este desajuste hormonal no se da de un día para otro; es fruto de una transición gradual en el organismo.

Principales hormonas implicadas

  1. Estrógenos
    • Función: Regulan el ciclo menstrual, mantienen la lubricación vaginal y la densidad ósea, y aportan estabilidad emocional.
    • Desequilibrio: Su caída provoca sofocos, sequedad vaginal, insomnio y riesgo de osteoporosis.
  2. Progesterona
    • Función: Tiene efecto calmante, facilita el sueño y contrarresta un exceso de estrógenos (predominio estrogénico).
    • Desequilibrio: Su descenso se asocia a irritabilidad, insomnio y sensación de “nerviosismo”.
  3. Testosterona
    • Función: Aporta vitalidad, deseó sexual y ayuda a mantener masa muscular y ósea.
    • Desequilibrio: Niveles bajos pueden causar falta de apetito sexual, fatiga y menor fuerza física.
  4. Cortisol
    • Función: Conocida como la hormona del estrés, regula energía, presión arterial e inmunidad.
    • Desequilibrio: Altos niveles crónicos bloquean la producción de hormonas sexuales —agravando el desajuste hormonal— y pueden intensificar la ansiedad.
  5. FSH (hormona foliculoestimulante)
    • Función: Estimula la maduración de folículos ováricos para producir estrógenos.
    • Desequilibrio: En menopausia, la FSH se eleva marcadamente, señalando la pérdida progresiva de función ovárica.

Factores que contribuyen al desequilibrio

  • Envejecimiento ovárico natural
    Con la edad, los ovarios quedan menos activos y fabrican cada vez menos estrógenos y progesterona.
  • Alteración del eje hipotálamo-hipófiso-ovárico
    Este eje es la “línea de comunicación” entre el cerebro (hipotálamo y glándula hipófisis) y los ovarios. Cuando se desajusta, impacta tanto en la FSH como en los picos de cortisol, amplificando el desequilibrio hormonal.
  • Estrés crónico
    El estrés prolongado mantiene el cortisol elevado, lo que puede “bloquear” la síntesis de hormonas sexuales y perpetuar síntomas como ansiedad o insomnio.
  • Factores ambientales y hábitos de vida
    • Disruptores endocrinos: Sustancias químicas (pesticidas, ftalatos en plásticos, parabenos en cosméticos) actúan como “falsos estrógenos”, generando un predominio estrogénico.
    • Dieta inflamatoria: Exceso de azúcares, grasas trans y ultraprocesados favorece la inflamación crónica, alterando la producción hormonal.

Estilo de vida sedentario y sueño deficiente: Contribuyen a la resistencia a la insulina y alimentan la “bola de nieve” de estrés e inflamación

Síntomas comunes del desequilibrio hormonal en la menopausia

Detectar un desequilibrio hormonal durante la menopausia no siempre es sencillo, porque muchos síntomas pueden confundirse con efectos de la edad o el estrés cotidiano. Sin embargo, existen señales claras que indican un desajuste hormonal que afecta el bienestar físico, emocional y sexual.

Síntomas más frecuentes

  • Sofocos intensos y sudores nocturnos: Los «bochornos» se caracterizan por un calor repentino en la parte superior del cuerpo, acompañados de sudoración excesiva. Suelen presentarse en oleadas, interrumpiendo el sueño y la concentración.
  • Cambios de humor, ansiedad o irritabilidad: La caída de estrógenos y progesterona influye en neurotransmisores como la serotonina y el GABA, disparando episodios de nerviosismo, llanto sin motivo aparente o irritabilidad.
  • Insomnio o sueño poco reparador: Dificultad para conciliar el sueño o despertarse varias veces en la noche. Esto agrava la fatiga diurna y puede perpetuar el ciclo de ansiedad hormonal.
  • Fatiga persistente o pérdida de energía: Sensación de cansancio crónico incluso después de descansar. La combinación de desequilibrio hormonal, insomnio y estrés contribuye a un estado de agotamiento general.
  • Pérdida de deseo sexual (falta de apetito sexual): La bajada de estrógeno y testosterona reduce el libido. Además, la sequedad vaginal (otro síntoma) provoca molestias durante las relaciones, agravando la pérdida de apetito sexual.
  • Sequedad vaginal o molestias en las mucosas: La atrofia de la mucosa vaginal genera irritación, picor y dolor al mantener relaciones. Esto afecta directamente la calidad de vida íntima.
  • Aumento de peso, especialmente abdominal: Los cambios hormonales enlentecen el metabolismo y tienden a redistribuir la grasa al abdomen. Con frecuencia, se acompaña de retención de líquidos.
  • Caída del cabello, piel seca y uñas frágiles: La disminución de estrógenos impacta la calidad del colágeno, causando fragilidad cutánea y despigmentación capilar.
  • Dolores articulares o musculares: La falta de estrógeno puede favorecer la inflamación de articulaciones. Muchas mujeres refieren rigidez matutina y dolores lumbar o cervical.
  • Pérdida de concentración o “niebla mental”: Dificultad para memorizar, olvidos recurrentes o sensación de confusión mental —muy comunes en la perimenopausia—. A veces se asocia a déficit de sueño.

Criterios para analizar los síntomas de falta de equilibrio en las hormonas

Aunque estos signos varían en intensidad, todos están vinculados a la disminución progresiva de estrógenos y progesterona, así como al impacto de otras hormonas (cortisol, testosterona).

Es importante apuntar que si varios de estos síntomas interfieren en tu día a día, es posible que tu sistema endocrino necesite apoyo. Reconocerlos a tiempo es fundamental para implementar soluciones naturales y/o médicas que te ayuden a restaurar el equilibrio hormonal.

Causas y origen del desequilibrio hormonal en la menopausia

Para entender cómo tratar un desajuste hormonal, primero es esencial conocer por qué se produce. La menopausia no es una enfermedad, sino una transición biológica que implica una reestructuración profunda del sistema endocrino femenino. Durante esta etapa, el cuerpo reduce la producción de hormonas sexuales —especialmente estrógenos y progesterona—, pero también se ven afectadas otras hormonas clave como el cortisol, la FSH (hormona foliculoestimulante) y la testosterona.

Principales factores que contribuyen al desequilibrio de las hormonas

  • Envejecimiento ovárico natural: Con el paso de los años, los ovarios disminuyen progresivamente su actividad. Esto provoca un descenso en la síntesis de estrógenos y progesterona, hormonas que regulan el ciclo menstrual, la densidad ósea y el estado de ánimo. El resultado es un desequilibrio hormonal que se manifiesta en síntomas como sofocos, insomnio y sequedad vaginal.
  • Alteración del eje hipotálamo-hipófiso-ovárico: El eje hipotálamo-hipófiso-ovárico es la “línea de comunicación” entre el cerebro (hipotálamo y glándula hipófisis) y los ovarios. Cuando se desajusta, la coordinación hormonal se rompe. Esto afecta no solo a la FSH (que suele elevarse al disminuir la función ovárica), sino también al cortisol (hormona del estrés), exacerbando el desequilibrio.
  • Estrés crónico: Niveles elevados de cortisol a causa del estrés sostenido pueden inhibir la producción de hormonas sexuales. Al mantenerse alto el cortisol, se perpetúa el desbioquilibrio hormonal, provocando ansiedad, insomnio y afectación del sistema inmunitario.
  • Alimentación inflamatoria o deficitaria
  • Dietas ricas en azúcares, grasas trans y alimentos ultraprocesados promueven procesos inflamatorios crónicos: La inflamación constante interfiere en la síntesis de hormonas y en la función hepática (encargada de metabolizar y eliminar el exceso de estrógenos), agravando el desequilibrio hormonal.
  • Exposición a disruptores endocrinos: Sustancias químicas presentes en plásticos (p. ej., ftalatos), pesticidas y cosméticos con parabenos pueden mimetizar la acción de los estrógenos. Estos compuestos generan un predominio estrogénico artificial que desequilibra aún más las hormonas naturales durante la menopausia.

Factores adicionales que influyen negativamente en el estado de tus hormonas

  • Sedentarismo y falta de ejercicio: El sedentarismo reduce la sensibilidad a la insulina y favorece el aumento de peso, lo cual altera el eje hormonal y aumenta el riesgo de resistencia a la insulina.
  • Sueño deficiente: Dormir menos de 7 horas diarias o con interrupciones frecuentes dificulta la regulación del eje hipotálamo-hipófiso-ovárico, empeorando la calidad de vida y el desequilibrio hormonal. Estos factores actúan de forma conjunta, amplificando los síntomas y dificultando que el cuerpo autorregule sus niveles hormonales. Por eso es crucial abordar el origen del desajuste para poder tratar un desequilibrio hormonal de forma natural, combinando ajustes en la dieta, el descanso, la gestión emocional y la actividad física.

Hormonas que se desequilibran durante la menopausia

Para saber cómo tratar un desajuste hormonal de forma efectiva, es crucial conocer qué hormonas sufren cambios y cómo impactan en el cuerpo femenino. Durante la menopausia, la bajada de ciertas hormonas provoca síntomas físicos, emocionales y metabólicos. A continuación, descubrimos cuáles son y en qué consiste cada desequilibrio.

Estrógenos

Función principal: Regulan el ciclo menstrual, mantienen la lubricación vaginal, la densidad ósea y el bienestar emocional.

Desequilibrio – La disminución progresiva de estrógenos causa: Sofocos y sudores nocturnos (bochornos). Sequedad vaginal (atrofia de mucosa), que genera molestias e infecciones. Pérdida de densidad ósea, aumentando riesgo de osteoporosis. Cambios de humor, ansiedad o depresión leve.

Consecuencia: Saber cómo bajar el predominio estrogénico artificial en caso de disruptores, pero reconocer que en menopausia la bajada natural de estrógenos debe contrarrestarse con estrategias nutricionales y plantas medicinales.

Progesterona

Función principal: Anti-inflamatoria; equilibra el efecto de los estrógenos, promueve el sueño y regula el estado de ánimo.

Desequilibrio – Su descenso provoca: Irritabilidad e insomnio. “Predominio estrogénico” cuando los niveles de estrógenos bajan más despacio que los de progesterona. Síntomas similares al síndrome premenstrual (SPM): hinchazón, cambios de humor y sensibilidad mamaria. Su buscas cómo aumentar progesterona de forma natural es interesante que consultes a un profesional sobre la Vitex agnus-castus, como veremos más adelante en la parte de plantas medicinales.

Testosterona

Función principal: Contribuye a la vitalidad, la libido y el mantenimiento de la masa muscular y ósea.

Desequilibrio – Un nivel bajo de testosterona puede producir: Falta de apetito sexual. Fatiga crónica y falta de motivación. Disminución de fuerza muscular y densidad ósea.

Si buscas cómo subir testosterona en la mujer menopáusica es interesante que profundices en el ámbito del ejercicio de fuerza y en los adaptógenos como la Maca.

Cortisol

Función principal: Hormona del estrés que regula energía, presión arterial, glucosa y sistema inmunológico.

Desequilibrio – El Estrés crónico eleva cortisol de forma prolongada, provocando: Bloqueo de la síntesis de hormonas sexuales (estrógenos/progesterona). Aumento de grasa abdominal (resistencia a la insulina). Ansiedad, insomnio y fatiga persistente.

Para gestionar el cortisol es interesante que explores técnicas de relajación y adaptógenos, clave para evitar lo que denominamos “ansiedad hormonal”.

FSH (hormona foliculoestimulante)

Función principal: Estimula la maduración de folículos ováricos para producir estrógenos.

Desequilibrio – En menopausia, la FSH se eleva significativamente porque los ovarios ya no responden: Niveles altos de FSH confirman la “perimenopausia” o la menopausia en curso. Indica pérdida de reserva ovárica y marcador diagnóstico.

Si te preguntas cómo tratar un desajuste hormonal es fundamental comprender el papel de cada hormona y qué puede implicar su desequilibrio permite diseñar estrategias precisas para tratar un desajuste hormonal de forma natural:

  • Aumentando la ingesta de alimentos ricos en fitoestrógenos suaves para paliar la baja de estrógenos.
  • Incorporando adaptógenos (maca, ashwagandha) que modulan cortisol y testosterona de forma gradual.
  • Priorizar plantas medicinales específicas para corregir desequilibrios de progesterona o FSH.

Ansiedad hormonal: qué es y cómo aliviarla en la menopausia

La ansiedad hormonal es uno de los síntomas menos visibles, pero más inquietantes, que pueden surgir durante la menopausia. A menudo aparece sin un detonante emocional claro y puede intensificarse en fases de perimenopausia, contribuyendo a un desequilibrio hormonal y al malestar general.

¿Por qué se produce la ansiedad hormonal?

  • Caída de estrógenos y progesterona
    Al disminuir estrógenos y progesterona, se altera el equilibrio de neurotransmisores como la serotonina, la dopamina y el GABA, lo que genera un sistema nervioso más reactivo y sensible al estrés.
  • Cortisol elevado por estrés crónico
    El estrés prolongado dispara niveles altos de cortisol. Este exceso bloquea la producción de hormonas sexuales y agrava tanto la ansiedad como otros síntomas menopaú­sicos (insomnio, fatiga).
  • Atrofia de mucosas y malestar físico
    La sequedad vaginal y la irritación de mucosas pueden aumentar la tensión emocional, generando un círculo vicioso: la incomodidad física alimenta la ansiedad y viceversa.

Síntomas típicos de la ansiedad hormonal

  • Nerviosismo constante
    Sensación de tensión innata, sin motivo aparente, que va acompañada de inquietud y pensamientos negativos recurrentes.
  • Taquicardia o palpitaciones
    Latidos acelerados o irregulares incluso en reposo, a veces con sensación de ahogo.
  • Sensación de amenaza inminente
    Miedo o pesimismo sin causa objetiva, como si algo malo fuera a ocurrir.
  • Tensión muscular
    Rigidez en cuello, hombros o mandíbula; dolores de cabeza relacionados con la contracción constante.
  • Dificultad para relajarse
    Incapacidad de desconectar: problemas para dejar la mente en blanco, incluso durante prácticas de relajación.

Estrategias naturales para aliviar la ansiedad hormonal

  1. Plantas adaptógenas
    • Ashwagandha: Equilibra el eje hipotálamo-hipófiso-adrenal, reduciendo cortisol y promoviendo sensación de calma.
    • Maca andina: Regula de forma suave las hormonas, mejorando el ánimo y la energía sin aportar hormonas sintéticas.
  2. Técnicas de respiración y prácticas mente-cuerpo
    • Respiración diafragmática: Inhalar lenta y profundamente por la nariz (4 s), sostener 2 s y exhalar por la boca (6 s). Repetir 5–10 minutos.
    • Yoga hormonal: Posturas específicas que liberan tensión en la zona pélvica y equilibran el sistema endocrino.
  3. Alimentación rica en magnesio y triptófano
    • Magnesio: Presente en espinacas, semillas de calabaza y almendras; ayuda a relajar músculos y nervios.
    • Triptófano (precursor de serotonina): Lo aportan plátanos, pavo, huevos y semillas de chía.
  4. Evitar estimulantes que empeoran el desequilibrio
    • Reducir o eliminar cafeína, exceso de azúcar refinada y alcohol, ya que disparan cortisol y agravan la ansiedad.
  5. Rutina de sueño reparador
    • Mantener horarios fijos: acostarse y levantarse a la misma hora.
    • Dormir en ambiente oscuro y libre de pantallas al menos 30 minutos antes de dormir.

Nota importante: si estás investigando sobre cómo tratar un desajuste hormonal es importante que tengas claros una serie de preceptos. Si la ansiedad hormonal es intensa, cíclica o viene acompañada de otros síntomas (insomnio crónico, palpitaciones graves), consulta a un profesional de la salud para descartar trastornos de ansiedad severa o realizar una evaluación hormonal completa.

Falta de apetito sexual en la mujer durante la menopausia: causas y soluciones naturales

Durante la menopausia, es habitual que muchas mujeres experimenten una pérdida de libido o falta de deseo sexual, lo cual impacta tanto su bienestar emocional como su relación de pareja. Entender por qué ocurre este desajuste hormonal y cómo abordarlo de forma natural es clave para recuperar la intimidad y la conexión.

¿Por qué baja el apetito sexual en la menopausia?

  1. Caída de estrógenos y testosterona
    • El descenso de estrógenos reduce la elasticidad y lubricación vaginal, provocando molestias (sequedad, irritación) que inhiben el deseo.
    • Niveles bajos de testosterona afectan la energía, la motivación y el vínculo erótico con la pareja.
  2. Sequedad vaginal y atrofia de mucosas
    • Con la disminución de estrógenos, la mucosa vaginal se vuelve más delgada y frágil, produciéndose dolor o molestias durante el coito.
    • Este malestar físico refuerza la falta de apetito sexual al asociar dolor con la relación íntima.
  3. Fatiga crónica e insomnio
    • La combinación de insomnio y cansancio persistente disminuye la energía general, y el deseo sexual suele ser una de las primeras áreas afectadas.
    • La sensación de agotamiento rebaja el interés por la actividad erótica.
  4. Ansiedad hormonal y cambios de humor
    • La fluctuación de hormonas (estrógenos, progesterona, cortisol) puede generar episodios de ansiedad, irritabilidad y tristeza.
    • Esos altibajos emocionales distraen y restan espontaneidad, reduciendo el impulso sexual.
  5. Estrés y preocupaciones externas
    • Tareas diarias, responsabilidad familiar y estrés laboral pueden sumar cargas psicológicas que acaben por desplazar la conexión íntima.
    • El cortisol elevado interfiere con la producción de hormonas sexuales, perpetuando el círculo de “ansiedad → baja libido”.

Estrategias naturales para recuperar el deseo sexual

  1. Maca andina
    • Maca (Lepidium meyenii) es un adaptógeno que regula suavemente el eje hormonal sin aportar hormonas sintéticas.
    • Mejora la energía, el ánimo y la libido; estudios muestran aumento de deseo tras 6–8 semanas de consumo.
  2. Omega 7 de Espino Amarillo
    • El Omega-7 (ácido palmitoleico) del espino amarillo, presente en Oliovita, favorece la hidratación de mucosas (incluida la vaginal).
    • Mejora la elasticidad y confort íntimo, reduciendo el dolor durante las relaciones y facilitando la reconexión con la pareja.
  3. Ejercicio físico moderado
    • Actividades como caminar, nadar o yoga aumentan la circulación sanguínea, liberan endorfinas y contribuyen a mejorar la imagen corporal y la autoestima.
    • El entrenamiento de fuerza (pesas ligeras) ayuda a preservar masa muscular y niveles de testosterona.
  4. Alimentación rica en zinc y vitaminas B
    • El zinc (ostras, semillas de sésamo, legumbres) es esencial para la producción de testosterona y hormonas sexuales.
    • Las vitaminas B (B6, B12) presentes en cereales integrales y huevos favorecen la síntesis de neurotransmisores (dopamina, serotonina) relacionados con el deseo.
  5. Gestión emocional y comunicación de pareja
    • Hablar abiertamente sobre cambios físicos y emocionales ayuda a crear un clima de comprensión.
    • Terapias de pareja o ejercicios de conexión (masajes, caricias conscientes) pueden reavivar el interés sexual.
  6. Técnicas de relajación y mindfulness
    • Practicar meditación, respiración profunda o ejercicios de atención plena “mindfulness” mejora la conexión mente-cuerpo.
    • Al reducir la ansiedad, se libera espacio mental para volver a experimentar el deseo.

Estreñimiento en la menopausia: por qué ocurre y cómo aliviarlo de forma natural

En tu investigación sobre cómo tratar un desajuste hormonal debes tener en cuenta el ámbito gastrointestinal. El estreñimiento en la menopausia es un síntoma común que a menudo pasa desapercibido, pero puede empeorar el desequilibrio hormonal y reducir la calidad de vida. Comprender sus causas y aplicar soluciones naturales ayudará a restablecer un tránsito intestinal óptimo y, a su vez, favorecer el equilibrio hormonal.

¿Por qué se produce el estreñimiento en la menopausia?

  1. Disminución de estrógenos
    • Los estrógenos influyen en la motilidad intestinal. Cuando sus niveles bajan en la menopausia, el tránsito se ralentiza.
    • Menos estrógeno puede significar menor producción de moco intestinal, dificultando el paso de las heces.
  2. Cambios en la flora intestinal (microbiota)
    • La alteración hormonal afecta la composición de la microbiota, disminuyendo bacterias beneficiosas (Lactobacillus, Bifidobacterium).
    • Una microbiota desequilibrada promueve inflamación y estreñimiento persistente.
  3. Reducción de actividad física
    • El sedentarismo, común en etapas de mayor fatiga, disminuye el estímulo mecánico sobre el intestino, enlenteciendo el tránsito.
  4. Dieta pobre en fibra y líquidos
    • Las dietas bajas en frutas, verduras, legumbres y granos integrales carecen de fibra soluble e insoluble esencial para formar heces voluminosas y fáciles de evacuar.
    • Beber menos de 1.5 – 2 litros de agua al día contribuye a heces más duras y evacuaciones infrecuentes.
  5. Estrés y “tenor intestinal”
    • El cortisol elevado por estrés crónico puede alterar la comunicación entre el eje intestino-cerebro, inhibiendo la función digestiva.
    • Ansiedad y tensión provocan contracciones descoordinadas del colon, empeorando el estreñimiento.

Estrategias naturales para aliviar el estreñimiento

  1. Aumentar la ingesta de fibra soluble e insoluble
    • Fibra soluble: avena, manzanas y legumbres, ayuda a formar heces más blandas.
    • Fibra insoluble: salvado de avena, semillas de lino y de chía, frutas con piel y verduras crudas, aportan volumen y estimulan el peristaltismo.
    • Tip SEO/LSI: Para “cómo aumentar la fibra en la menopausia” incorpora al menos 25–30 g de fibra al día.
  2. Hidratación adecuada
    • Beber mínimo 1.5 – 2 litros de agua diariamente.
    • Consumir infusiones de hierbas (manzanilla, menta) entre comidas para favorecer la digestión.
  3. Ejercicio físico regular
    • Actividades suaves como caminar 30 minutos diarios, yoga o pilates, estimulan la motilidad intestinal.
    • El entrenamiento de fuerza moderada dos veces por semana ayuda a mantener masa muscular y mejorar el metabolismo.
  4. Probióticos y prebióticos
    • Probióticos: yogur natural, kéfir y suplementos específicos para mujeres en menopausia, restauran bacterias beneficiosas.
    • Prebióticos: plátano verde, puerro, cebolla y ajo, alimentan las cepas bacterianas saludables.
  5. Técnicas de manejo del estrés
    • Respiración diafragmática (5 minutos en la mañana y en la noche) para reducir cortisol y mejorar la función intestinal.
    • Mindfulness o meditación guiada 10–15 minutos diarios, disminuyen la tensión y regulan el eje intestino-cerebro.
  6. Rutina y hábitos de evacuación
    • Establecer horarios fijos para ir al baño, preferiblemente tras el desayuno, cuando la reacción gastrocólica es más activa.
    • No “aguantar” las ganas; responder al impulso inmediatamente.

Inflamación hormonal crónica: el enemigo silencioso del equilibrio hormonal

La inflamación hormonal crónica es un proceso de bajo grado que pasa desapercibido al principio, pero puede perpetuar o agravar un desequilibrio hormonal en la menopausia. Cuando el cuerpo está sometido a estrés continuo, una dieta proinflamatoria o exposición prolongada a toxinas, el sistema inmunitario se mantiene en “alerta”. Este estado inflamatorio interfiere con la producción y regulación de hormonas clave como estrógenos, progesterona y cortisol.

¿Cómo se relaciona la inflamación con las hormonas?

  1. Interrupción de la comunicación endocrina
    • El eje hipotálamo-hipófiso-ovárico y el eje intestino-cerebro pueden verse “señalizados” por moléculas inflamatorias (citocinas), bloqueando la síntesis de estrógenos y progesterona.
    • Las citoquinas como IL-6 y TNF-α pueden inhibir la función de la glándula hipófisis, desequilibrando la secreción de FSH y LH.
  2. Predominio estrogénico relativo
    • La inflamación crónica puede ralentizar la conjugación y eliminación hepática de estrógenos, lo que multiplicaría su acumulación en forma de metabolitos proinflamatorios.
    • Esto favorece un “predominio estrogénico” que altera aún más el balance con la progesterona.
  3. Aumento persistente de cortisol
    • El estrés inflamatorio activa la producción crónica de cortisol. Un cortisol elevado de forma mantenida suprime la producción de hormonas sexuales y contribuye a resistencia a la insulina.
    • Consecuencia: más inflamación y más desequilibrio, creando un ciclo vicioso.
  4. Resistencia a la insulina y desequilibrio androgénico
    • La inflamación sistémica favorece la resistencia a la insulina, lo que a su vez puede aumentar niveles de andrógenos libres (incluida la testosterona), pero de forma desordenada, afectando la función ovárica.

Signos de inflamación hormonal crónica

  • Fatiga constante
    Sensación de agotamiento que no mejora con el descanso, a menudo relacionada con niveles elevados de citoquinas proinflamatorias.
  • Dolor articular leve y persistente
    Inflamación de bajo grado en articulaciones, similar a un reumatismo leve sin diagnóstico formal.
  • Retención de líquidos y edemas
    La inflamación capilar aumenta la permeabilidad vascular, acumulando líquido en tejidos.
  • Confusión mental o “niebla cerebral”
    Dificultad para concentrarse, pérdida de memoria reciente y falta de claridad mental.
  • Ansiedad o irritabilidad sin causa clara
    La inflamación altera neurotransmisores y el eje HPA (hipotálamo-pituitaria-adrenal), disparando síntomas ansiosos.

Estrategias para reducir la inflamación y favorecer el equilibrio hormonal

  1. Dieta antiinflamatoria
    • Alimentos ricos en omega 3: pescado azul (salmón, caballa), semillas de chía y lino, ayudan a modular citoquinas proinflamatorias.
    • Antioxidantes naturales: frutas rojas, verduras de hoja verde (espinacas, kale), cúrcuma y jengibre; reducen el estrés oxidativo y la inflamación.
    • Evitar procesados y azúcares refinados: disminuyen marcadores inflamatorios como PCR (proteína C reactiva).
  2. Ejercicio moderado y regular
    • Caminar 30 minutos diarios, practicar yoga o tai-chi disminuyen niveles de IL-6 y TNF-α.
    • El entrenamiento de fuerza (2–3 veces por semana) mejora sensibilidad a la insulina y disminuye la inflamación sistémica.
  3. Mejorar la calidad del sueño
    • Dormir entre 7 y 9 horas en un entorno oscuro y silencioso reduce cortisol e IL-6 durante la noche.
    • Evitar pantallas al menos 30 minutos antes de acostarse para optimizar la melatonina y disminuir la inflamación.
  4. Suplementos con antioxidantes naturales
    • Vitamina C y E (en alimentos o suplementos) protegen las células frente al daño oxidativo.
    • Polifenoles de té verde y cacao en pequeñas dosis diarias modulan la respuesta inflamatoria.
  5. Reducción de toxinas ambientales
    • Sustituir utensilios de cocina de plástico por vidrio o acero inoxidable para evitar liberación de ftalatos y bisfenoles.
    • Elegir cosméticos sin parabenos ni fragancias artificiales para reducir la carga de disruptores endocrinos.
  6. Gestionar el estrés con técnicas mente-cuerpo
    • Meditación diaria (10–15 minutos) para regular la respuesta inmunitaria y disminuir niveles de cortisol.
    • Respiración consciente (respiración 4-7-8) varias veces al día para bajar la activación simpática.

Plantas medicinales para tratar un desajuste hormonal en la menopausia

El uso de plantas medicinales con acción hormonal natural es una estrategia segura y efectiva para mujeres que desean tratar un desajuste hormonal durante la menopausia sin recurrir a tratamientos sintéticos. Estas plantas no contienen hormonas artificiales, sino que actúan regulando de forma suave el sistema endocrino y reduciendo los síntomas del desequilibrio hormonal.

A continuación, te presentamos algunas de las más recomendadas por su evidencia y tradición de uso:

Maca andina (Lepidium meyenii)

  • Adaptógeno natural que estimula el eje hormonal.
  • Mejora la energía, el ánimo y la libido.
  • Ayuda a regular estrógenos y progesterona.

Vitex agnus-castus (Sauzgatillo)

  • Favorece la producción natural de progesterona.
  • Regula ciclos menstruales y mejora el sueño.
  • Muy útil en casos de predominio estrogénico.

Hoja de frambuesa roja

  • Tónico uterino y antioxidante.
  • Mejora la salud del suelo pélvico y reduce molestias menstruales.
  • Fortalece el aparato reproductor femenino.

Cardo mariano (Silybum marianum)

  • Apoya la función hepática, esencial para eliminar el exceso de estrógenos.
  • Favorece la detoxificación hormonal.
  • Indicado en casos de hinchazón, acné o predominio estrogénico.

Salvado de avena

  • Fuente natural de fitoestrógenos suaves.
  • Aporta minerales que favorecen el equilibrio hormonal.
  • Beneficioso para la sequedad vaginal, ansiedad y nerviosismo.

Estas plantas pueden tomarse en infusión, extractos o cápsulas estandarizadas, siempre bajo la supervisión de un profesional de salud especializado.

Factores que pueden causar un desequilibrio hormonal en la menopausia

Para tratar un desajuste hormonal de forma natural, es esencial identificar no solo la caída de estrógenos y progesterona, sino también los factores externos y de estilo de vida que afectan la regulación endocrina. A continuación, se detallan las principales causas que pueden agravar el desequilibrio hormonal durante la menopausia.

Estrés crónico

  • Cómo influye: El estrés prolongado mantiene elevados los niveles de cortisol, que a su vez bloquea la síntesis de hormonas sexuales (estrógenos y progesterona).
  • Consecuencias:
    • Ansiedad persistente y «niebla mental».
    • Insomnio o sueño fragmentado.
    • Aumento de grasa abdominal (resistencia a la insulina).

Alimentación inflamatoria

  • Cómo influye: Dietas ricas en azúcares refinados, grasas trans y ultraprocesados promueven una respuesta inflamatoria crónica.
  • Consecuencias:
    • Incremento de citocinas proinflamatorias (IL-6, TNF-α) que interfieren en la producción de estrógenos.
    • Aumento de peso y empeoramiento de síntomas como la retención de líquidos.
  • SEO/LSI: términos clave “dieta inflamatoria menopausia” y “alimentos que causan inflamación hormonal”.

Disruptores endocrinos

  • Cómo influyen: Sustancias químicas en plásticos (p. ej., ftalatos, bisfenoles), cosméticos con parabenos y pesticidas pueden «mimetizar» estrógenos, generando un predominio estrogénico artificial.
  • Consecuencias:
    • Alteración de los niveles endógenos de estrógeno y progesterona.
    • Mayor riesgo de resistencia hormonal y síntomas asociados (sofocos, cambios de humor).

Sedentarismo y falta de actividad física

  • Cómo influye: La inactividad reduce el estímulo mecánico del intestino y disminuye la sensibilidad a la insulina.
  • Consecuencias:
    • Mayor propensión al aumento de peso abdominal y resistencia a la insulina.
    • Empeoramiento del tránsito intestinal (estreñimiento) y desequilibrio de la microbiota.

Sueño deficiente

  • Cómo influye: Dormir menos de 7 horas o tener un sueño interrumpido altera la secreción pulsátil de hormonas reguladoras, como la leptina, grelina y melatonina.
  • Consecuencias:
    • Dificultad para regular el eje hipotálamo-hipófiso-ovárico.
    • Aumento de cortisol diurno y del apetito (predispone a obesidad).

Desequilibrios intestinales o hepáticos

  • Cómo influyen:
    • Microbiota alterada (disbiosis) dificulta la metabolización de fitoestrógenos y hormonas endógenas.
    • Hígado sobrecargado (por toxinas o mala alimentación) reduce la conjugación y eliminación de estrógenos.
  • Consecuencias:
    • Acumulación de estrógenos libres (predominio estrogénico).
    • Incremento de síntomas como tensión mamaria, retención de líquido y alteraciones del humor.

Identificar y minimizar estos factores es el primer paso para recuperar el equilibrio hormonal desde dentro. Al reducir estrés, mejorar la dieta, aumentar la actividad física, regular el sueño y apoyar la salud intestinal y hepática, creas el entorno óptimo para que las hormonas se autorregulen en la menopausia.

Hábitos de vida que ayudan a tratar un desajuste hormonal en la menopausia

Adoptar ciertos hábitos de vida saludables puede marcar la diferencia a la hora de tratar un desajuste hormonal de forma natural durante la menopausia. Estos cambios actúan directamente sobre el sistema endocrino, apoyando la producción y el equilibrio de las principales hormonas femeninas sin recurrir a terapias sintéticas.

Gestión del estrés

  • Por qué importa: El estrés crónico mantiene el cortisol elevado, bloqueando la síntesis de estrógenos y progesterona.
  • Cómo implementarlo:
    1. Meditación diaria: 10 minutos de respiración consciente al día disminuyen niveles de cortisol.
    2. Yoga o Tai Chi: Prácticas mente-cuerpo que combinan estiramientos y respiración, reducen tensión muscular y estrés mental.
    3. Journaling: Escribir al menos 5 minutos por la mañana tus pensamientos y emociones ayuda a liberar ansiedad acumulada.

Sueño reparador

  • Por qué importa: Un sueño adecuado regula el eje hipotálamo-hipófiso-ovárico y permite que el cuerpo produzca hormonas en ciclos naturales.
  • Cómo implementarlo:
    1. Mantener horarios fijos: Acostarse y levantarse a la misma hora, incluso fines de semana.
    2. Entorno óptimo: Dormir en cuarto oscuro, fresco y sin pantallas 30 minutos antes de dormir.
    3. Rutina de relajación: Una taza de infusión de valeriana o manzanilla y 5 minutos de respiración profunda antes de acostarse.

Ejercicio físico adaptado

  • Por qué importa: El ejercicio modera el equilibrio hormonal: aumenta sensibilidad a la insulina, reduce cortisol y ayuda a equilibrar estrógenos y testosterona.
  • Cómo implementarlo:
    1. Cardio moderado: Caminar rápido 30 minutos diarios (5 días a la semana) mejora la circulación y el humor.
    2. Entrenamiento de fuerza: 2 sesiones semanales de pesas ligeras o ejercicios de resistencia (bandas elásticas) para conservar masa muscular y ósea.
    3. Yoga hormonal: Posturas específicas (puente, cobra suave) que estimulan el flujo hormonal y relajan el sistema nervioso.

Evitar disruptores endocrinos

  • Por qué importa: Plásticos, cosméticos con parabenos o ftalatos y detergentes agresivos introducen sustancias que actúan como estrógenos sintéticos, alterando el desequilibrio hormonal.
  • Cómo implementarlo:
    1. Utensilios de cocina: Cambiar recipientes de plástico por vidrio o acero inoxidable.
    2. Cosmética natural: Elegir cremas y maquillajes libres de parabenos, fragancias artificiales y tóxicos.
    3. Ropa y limpieza doméstica: Optar por textiles orgánicos y detergentes sin fragancias ni fosfatos.

Conexión social y emocional

  • Por qué importa: Mantener relaciones positivas y sentirse apoyada libera oxitocina, conocida como “hormona del amor”, que modera el cortisol y favorece el equilibrio hormonal.
  • Cómo implementarlo:
    1. Tiempo de calidad: Dedicar al menos una tarde a la semana a actividades con amigas, familia o pareja (charlas, paseos).
    2. Apoyo emocional: Participar en grupos de mujeres menopáusicas, ya sea presenciales o en línea, para compartir experiencias y consejos.
    3. Prácticas de afecto: Masajes mutuos o abrazos diarios promueven la secreción de oxitocina y reducen la tensión.

Complementos alimenticios para tratar el desequilibrio hormonal de forma natural

Además de una alimentación adecuada y hábitos saludables, existen complementos naturales que pueden ser grandes aliados para tratar un desajuste hormonal durante la menopausia. Muchos contienen fitoestrógenos, adaptógenos o nutrientes clave para el sistema endocrino femenino. Descubre complementos alimenticios claves para saber como tratar un desajuste hormonal.

Maca andina

Acción principal: Adaptógeno que estimula suavemente el eje hipotálamo-hipófiso-adrenal sin aportar hormonas sintéticas.

Beneficios: Incrementa la energía, el estado de ánimo y la resistencia al estrés. Mejora la libido y la vitalidad, contrarrestando la caída de testosterona.

Dosificación recomendada: 1.500–3.000 mg diarios de extracto estandarizado durante al menos 6 semanas.

Vitex agnus-castus (Sauzgatillo)

Acción principal: Regula el balance de hormonas al actuar sobre la hipófisis para aumentar la producción natural de progesterona.

Beneficios: Alivia sofocos, irritabilidad y trastornos del sueño asociados al predominio estrogénico. Regula ciclos menstruales irregulares en perimenopausia.

Dosificación recomendada: 400–600 mg diarios de extracto estandarizado al 0,6 % de agnina y agnolitos.

Trébol rojo o Cimicífuga racemosa

Acción principal: Fitoestrógenos que ayudan a compensar la bajada de estrógenos.

Beneficios: Reduce sofocos, sudores nocturnos. Mejora la calidad del sueño y la elasticidad de la piel.

Dosificación recomendada: 40–80 mg diarios de extracto estandarizado de Cimicífuga racemosa (ISO 2,5 %).

Aceite de onagra o de borrraja

Acción principal: Ricos en ácidos grasos esenciales GLA (gamma-linolénico), con potente efecto antiinflamatorio.

Beneficios: Equilibra niveles hormonales y reduce síntomas de sequedad de mucosas. Alivia dolores articulares leves y mejora la elasticidad cutánea.

Dosificación recomendada: 1.000–2.000 mg diarios de aceite estandarizado en GLA (al menos 8 %).

OlioVita (Omega 7 y Vitamina A)

Acción principal: OlioVita es un complemento alimenticio natural con alto aporte de Omega 7 (ácido palmitoleico) procedente del aceite de espino amarillo y vitamina A, junto con antioxidantes naturales.

Beneficios: Restaura la hidratación de mucosas, incluida la vaginal, aliviando sequedad, irritación y dolor durante las relaciones. Mejora la elasticidad de la piel y ayuda a combatir la sequedad cutánea y la sequedad vaginal, frecuentes en la menopausia.

Dosificación recomendada: 2 cápsulas al día (400 mg de omega-7 total) durante 8–12 semanas para notar beneficios continuos.

Multivitamínico específico para la menopausia

Acción principal: Fórmula que aporta magnesio, zinc, vitamina D, selenio y B-complejo, esenciales para el buen funcionamiento hormonal.

Beneficios: El magnesio mejora la relajación muscular y el sueño. El zinc es clave para la producción de hormonas sexuales. La vitamina D favorece la salud ósea y la inmunidad. El selenio apoya la función tiroidea, a menudo alterada durante la perimenopausia.

Dosificación recomendada: Seguir la pauta del fabricante, generalmente 1 tableta diaria con comida principal.

La suplementación debe personalizarse: Verifica siempre con un profesional de la salud para descartar interacciones con fármacos. Integrar complementos después de 2–3 meses de ajuste de dieta y hábitos, para evaluar progresos. Posiblemente a estas alturas ya se están resolviendo muchas de tus dudas sobre como tratar un desajuste hormonal, pero no hemos terminado.

Conclusión: Claves para tratar un desajuste hormonal de forma natural

A lo largo de esta guía hemos visto que la menopausia es una transición biológica que puede generar un desequilibrio hormonal con múltiples síntomas físicos y emocionales. Para tratar un desajuste hormonal de manera natural, debemos actuar en tres ejes principales:

  1. Diagnóstico y entendimiento
  • Reconocer síntomas: Sofocos, cambios de humor, insomnio, fatiga, falta de deseo sexual, sequedad vaginal, estreñimiento, “niebla mental”, dolor articular.
  • Identificar causas internas: Envejecimiento ovárico, alteración del eje hipotálamo-hipófiso-ovárico, cortisol elevado.
  • Detectar factores externos: Dieta inflamatoria, disruptores endocrinos, sedentarismo, sueño deficiente, disfunción intestinal o hepática.
  1. Soluciones naturales y hábitos de vida
  • Gestión del estrés: Meditación, yoga, journaling y mindfulness para regular cortisol y mejorar calidad de sueño.
  • Sueño reparador: Horarios fijos, entorno oscuro y relajación antes de dormir.
  • Ejercicio físico: Caminatas, entrenamiento de fuerza y yoga hormonal para favorecer la producción y balance de hormonas sexuales.
  • Alimentación antiinflamatoria: Incorporar verduras frescas, frutas rojas, omega-3, cúrcuma y jengibre; eliminar ultraprocesados y azúcares refinados.
  • Evitar disruptores endocrinos: Sustituir plásticos por vidrio, usar cosmética natural y detergentes sin tóxicos.
  • Hábitos intestinales saludables: Aumentar fibra, probióticos, pre-bióticos, y mantener buena hidratación.
  • Conexión social y emocional: Apoyo de amigos, familia o grupos de menopausia para favorecer la secreción de oxitocina.
  1. Complementos estratégicos
  • Fitoestrógenos y adaptógenos: Maca andina, Vitex agnus-castus, trébol rojo/cimicífuga racemosa para regular estrógenos y progesterona naturalmente.
  • Ácidos grasos esenciales: Aceite de onagra, borraja y omega-7 (presente en Oliovita) para un efecto antiinflamatorio y mejorar hidratación de mucosas.
  • Nutrientes clave: Magnesio, zinc, vitamina D y selenio en multivitamínicos específicos para menopausia, fundamentales para síntesis hormonal y salud ósea.
  • Hepatoprotección: Cardo mariano para optimizar la eliminación de estrógenos y prevenir predominio estrogénico.

Conclusiones sobre cómo tratar un desajuste hormonal de forma natural

La menopausia no debe vivirse con resignación. Con un enfoque integrado —que combine diagnóstico, ajustes en dieta, cambio de hábitos, plantas medicinales y complementos específicos— es posible recuperar el bienestar hormonal y vivir esta etapa con mayor energía, equilibrio emocional y calidad de vida.

Paso a paso recomendado:

  1. Evaluar síntomas e identificar factores que los agravan.
  2. Iniciar ajustes en alimentación y hábitos de sueño/estrés.
  3. Complementar con plantas y suplementos tras 4–6 semanas de cambios de estilo de vida, para monitorizar progresos.
  4. Consultar con un profesional de salud femenina para personalizar dosis y comprobaciones (analítica hormonal, evaluación hepática).

Preguntas frecuentes sobre cómo tratar un desajuste hormonal en la menopausia

  1. ¿Necesito un análisis de hormonas para confirmar el desajuste?
    No es obligatorio, pero suele ser útil:

    • Medir FSH y estradiol confirma si estás en perimenopausia o menopausia.
    • Un perfil de cortisol (salival o sanguíneo) ayuda a descartar estrés crónico.
    • Revisar tiroidea (TSH, T4 libre) y niveles de vitamina D puede orientar el plan de suplementación.
  2. ¿Cuándo debo acudir al médico en lugar de quedarme solo con remedios naturales?
    • Si tienes sangrados irregulares, dolor pélvico intenso o pérdida rápida de peso, consulta cuanto antes.
    • Si la ansiedad o la depresión interfieren gravemente en tu día a día.
    • Si sufres sofocos muy intensos que te despiertan varias veces por noche y no ceden con plantas ni hábitos.
  3. ¿Puedo combinar varios complementos?
    Sí, pero con precaución:

    • Empieza siempre probando un único suplemento y, tras 4–6 semanas de evaluación, añade el siguiente.
    • Vigila posibles molestias digestivas o cambios de humor y ajústalos según tu respuesta.
    • Una pauta inicial tipo: 6 semanas de maca → 6 semanas de Vitex → aceite de onagra/borraja en paralelo.
  4. ¿Qué cantidad de fibra es recomendable para evitar el estreñimiento en menopausia?
    Mínimo 25–30 g de fibra al día:

    • 1 cucharada de salvado de avena en yogur o batido.
    • 1 taza de legumbres (lentejas, garbanzos) 3 veces a la semana.
    • 2 raciones de frutas (manzana, pera) + 2 de verduras (espinacas, brócoli).
  5. ¿Cómo sé si estoy tomando demasiados fitoestrógenos?
    Si notas síntomas de predominio estrogénico (hipersensibilidad mamaria, retención de líquidos o irritabilidad) tras empezar con fuentes de fitoestrógenos (trébol rojo, salvado de avena), reduce la dosis o alterna días de descanso. Lo ideal es mantener un consumo moderado (p. ej. 1–2 cucharadas de salvado/día o 40 mg de trébol rojo).

3 respuestas

  1. Genial post! Tengo una pregunta, ¿todas estas hierbas se pueden tomar durante el embarazo? Muchas gracias

  2. Cordial saludo
    Tengo problemas con mi temperatura y cansancio excesivo duermo y parece no descansar
    Me despierto a menudo
    Temperatura entre 33,5 y 35

Cómo tratar un desajuste hormonal de forma natural durante la menopausia

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