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¿Por qué los polifenoles te protegen de los daños producidos por el sol?

¿Por qué los polifenoles te protegen de los daños ocasionados por el sol?

De un tiempo hacía aquí los antioxidantes están en boca de todos gracias a los efectos beneficiosos que tienen en nuestra salud. Dentro del amplio mundo de los antioxidantes, nos encontramos con los polifenoles, unos compuestos de origen vegetal muy ricos en antioxidantes y con propiedades únicas para la salud humana. De entre todos sus beneficios destaca, el de protegernos contra los daños provocados por los rayos solares, por el constante aumento de los problemas dermatológicos ocasionados por una mala protección.

Arnau Vilas, técnico de Vitae e investigador de tecnología agroalimentaria, nos introduce en esta entrevista, en el maravilloso mundo de los polifenoles y nos explica por qué sus propiedades son tan beneficiosas para nuestro organismo.

¿Qué son los polifenoles y por qué son tan importantes para nuestro organismo?

Los polifenoles son moléculas de tamaño variable exclusivas del reino vegetal. Los polifenoles pueden tener incidencia en determinadas rutas metabólicas humanas después de su ingesta, generando un efecto positivo en diferentes ámbitos de la salud humana, como por ejemplo una disminución de los eventos cardiovasculares, posibles efectos anti-cancerígenos (testado a nivel de células in vitro), efectos anti-diabeticos, efectos neuro-protectores y/o efectos anti-inflamatorios y anti-aging .

El atributo antiaging muchas veces es el más potenciado ya que los polifenoles son moléculas antioxidantes excelentes, y el envejecimiento se ve potenciado precisamente por efectos pro-oxidantes derivado de la acción de radicales libres.

Los polifenoles son moléculas que derivan de rutas secundarias de las plantas. Esto significa que las plantas no necesitan los polifenoles para su correcto crecimiento y reproducción, sino que son moléculas secretadas por las plantas mayormente en condiciones de estrés como, por ejemplo, como en épocas de mayor sequedad en el terreno o más luz solar.

Existen más de 8,000 estructuras de polifenoles descritas, ampliamente agrupadas según similitud. Un grupo muy conocido incluye las antocianinas, qué son las responsables del color rojo y azul de los frutos y se secretan principalmente con la acción de rayos solares, claramente en relación a la madurez de éste.

Es importante saber que los polifenoles no son imprescindibles para el correcto desarrollo ni funcionamiento fisiológico del organismo humano. Sin embargo, los beneficios asociados a su ingesta nos han llevado a estudiarlos e incorporarlos en nuestras dietas cada vez en proporciones más importantes.

Hay plantas que por su naturaleza contienen mayores cantidades de polifenoles que otras. Los frutos del bosque, como el arándano azul o la mora, son una gran fuente de polifenoles. Las verduras con más contenido en polifenoles son la berenjena y el apio, entre otros. El cacao, así como el café, también son grandes fuentes de polifenoles.

Cualquier producto de origen vegetal presentará un perfil de polifenoles distinto, y al final el impacto en la salud dependerá básicamente del tipo de polifenol, de su biodisponibilidad y de la cantidad ingerida.

Una exposición directa al sol, específicamente los rayos ultravioletas de tipo A y B, deriva en un daño en la piel. La exposición al sol deriva en la formación de compuestos oxidativos, unos compuestos que pueden derivar en daños en las proteínas y lípidos estructurales de membrana. Estos daños se pueden apreciar en una pérdida de rigidez y elasticidad de la piel, aumentando su rugosidad y asperidad al tacto.

Además, una exposición prolongada al sol puede derivar en daños genéticos al ADN, que puede resultar en la aparición de melanoma. Sin embargo, existen productos como las cremas solares naturales que actúan como barrera y evitan la penetración de los rayos ultravioletas en la piel, reduciendo así el daño a ésta.

Pero existen otros mecanismos con los que podemos combatir el daño ocasionado por los rayos solares. Uno de ellos es la ingesta de polifenoles que, como resultado de su absorción y función fisiológica, potencia los mecanismos protectores de la piel. Es decir, promocionan un cuidado de la piel derivado de su ingesta en vez de su aplicación tópica (como las cremas naturales). Referente a tu pregunta, aquí entran los polifenoles. Se ha visto y revisado mecanismos por los que diferentes polifenoles pueden ayudar a mitigar o prevenir daños en la piel derivados de una exposición al sol. Uno de los puntos críticos en el que los polifenoles pueden actuar es reduciendo este estrés y daño oxidativo externo (ocasionado en este caso por la luz ultravioleta). Los polifenoles atacan los radicales que se forman durante los procesos oxidativos, neutralizándolos y frenando el proceso oxidativo.

Otro punto crítico de acción es en la modulación de factores de transcripción de moléculas proinflamatorias, así como la inhibición y prevención del daño al ADN que pueda ocurrir. Algunos polifenoles, como los del té verde, pueden reducir el crecimiento de un melanoma en fases ya más avanzadas de exposición. Todos estos efectos se traducen en una piel más suave, elástica y sana, disminuyendo su envejecimiento prematuro.

Los últimos años están ganando interés los polifenoles de romero y de pomelo. Por un lado, el pomelo presenta un perfil polifenólico muy variado, con polifenoles que presentan una elevada capacidad de absorción y metabolismo (en pruebas en humanos), así como una gran capacidad antioxidante. Por otro lado, los polifenoles de romero presentan una gran capacidad antioxidante, pero también una gran capacidad anti-inflamatoria, anti-diabética, y anti-cancerígena. Estas cualidades hacen que los extractos de polifenoles, tanto de romero como de pomelo, sean ideales para la protección de la piel, entre otros efectos beneficiosos.

Como ya he comentado, hay muchas clases de polifenoles que pueden ser de utilidad para la prevención y/o mitigación de los efectos de los rayos solares en la piel. En aplicación tópica, muchos son los grupos que pueden tener un efecto beneficioso. Sin embargo, la aplicación tópica no es siempre posible, en especial en el día a día, ya sea durante la jornada laboral como cualquier otra actividad que se desarrolle durante el día en un espacio abierto. En estos casos, la única alternativa es nutrir la piel desde el interior, con la ingesta de los compuestos que nos ayuden a prevenir el deterioro oxidativo ocasionado por los rayos solares. En este ámbito, no todos los polifenoles son útiles, puesto que no todos se absorben de igual manera ni todos tienen el mismo efecto una vez absorbidos.

Afortunadamente, existen estudios sobre los beneficios de la ingesta de determinados polifenoles para prevenir el deterioro que pueda sufrir la piel. Los polifenoles de romero y de pomelo han sido estudiados en más de una ocasión por su efecto positivo. Estos polifenoles son efectivamente absorbidos y tienen, entre sus dianas, la protección de la epidermis frente al daño oxidativo.

Una suplementación oral de una combinación de extractos polifenólicos de romero y pomelo contribuye a la protección de la piel, promocionando una concentración de compuestos protectores (los mismos polifenoles) adecuada y disminuyendo el impacto de los radicales libres que se pueden formar (como citoquinas proinflamatorias o lipoperóxidos), así como disminuyendo su producción, lo que se traduce en una disminución de la rugosidad, un incremento en la elasticidad de la piel y una disminución de las áreas de quemadura (áreas rojizas de la piel) ocasionadas espontáneamente por exposición a rayos ultravioleta.

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Referencias de interés

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